Coomer1
dangamboab
dangamboab

onlyfans

Montjuic, Barcelona. 3:20 am. Cinta 3/3. @xico921 Decidimos..

Montjuic, Barcelona.
3:20 am.
Cinta 3/3.
@xico921

Decidimos empezar a bajar la montaña. En ese momentos arriba, vivimos que lo que queríamos hacer requería otro lugar. Algo más, digámoslo, urbano. Navegamos entre callejones cercanos, buscando esos rincones de ciudad que quedan escondidos entre la planificación y la espontaneidad de quienes se atrincheran en la urbe. Ahí, donde la ciudad muere y arranca la montaña, había un pequeño callejón, lo suficientemente escondido para hacerlo propio, pero también, lo suficientemente cercano para que las luces de los edificios de la ciudad nos alumbren.

Precisamente hubo uno, una pequeña escalera que conducía a lo que parecía ser un patio adosado. En ese desnivel, donde Barcelona se ve y viste de noche, nos miramos en complicidad como sabiendo que si tenía que pasar, debía pasar ahí mismo. Ya no habían más fotos que tomar.ç

“Espero que no nos pille nadie”, me dice. “Aunque aquí no pasa un alma”. Subimos los escalones y en cuestión de segundos, tiramos la ropa al suelo. Estaba ahí, en medio de la ciudad, bajo la luz de una lámpara de sodio listo para que un amigo decidiera en conjunto satisfacer una fantasía.

Me puse en cuatro, como sabiendo que íbamos directamente al grano. Estaba muy caliente, desde las escaleras, pensando en que era el momento de recibirlo a tope y saldar una invitación pendiente. Él, viendo las circunstancias y sabiendo que mi culo ya estaba lo suficientemente dilatado de todo lo que habíamos jugado en la montaña, le bastó con poco para meterme la verga y sentir que tan adentro podía llegar.

Fue a tope. Una dos, tres embestidas. La sacaba, solo para poder alargar lo inevitable, que era dejarme totalmente lleno de leche. Habíamos acordado que si iba a pasar, pasaría así. La sacaba, respiraba, y la volvía a meter. Miraba a mi alrededor, pensando en cuál ventana o quien en alguna casa podría asomarse curioso. En eso, siento algo caliente corriendo por mi espalda. Sabía lo que era, me encantó que lo hiciera y que me preguntara si podía seguir haciéndolo.

Que si podía hacerlo dentro.
A lo cual le respondo que sí.

Que, aunque es una palabra prohibida en esta plataforma (que deseo nadie la escriba), todos sabemos que estaba sucediendo. Los que no, que imaginen que pasaba. Pero era suficiente para que ponerme en la cúspide de la excitación, lo aquello que era irreversible.

Me corrí y él al sentirme como me contraía, se corrió también. Como lo habíamos prometido.

Como una amistad dialoga en secreto.

More Creators